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29 de noviembre de 2015

Decir adiós para reinventarse


Hola a los que leen Manteles a Cuadros, y hola a quienes no leen pero saben que existe este blog y de vez en cuando me preguntan que lugar les recomiendo. Este saludo es para decir adiós.  He tratado de darle la vuelta a esto de las reseñas y he llegado a la conclusión, con mi reducido equipo editorial (yo), que hay que mutar estos dos placeres (comer y escribir) a un lugar donde sea más fácil para ustedes y para mí.  Un espacio donde la falta de tiempo no nos distancie. Por eso Manteles dejará de ser un blog para estar en pequeñas -pero más seguidas-  reseñas en Facebook e Instagram.

No es fácil abandonar esta "excusa" gastronómica para escribir, y tampoco es fácil reducir casi todo lo que tengo para decirles, a fotos o hashtag. La decisión, como ya les conté,  tiene que ver más con un tiempo limitado para escribir y un tiempo limitado para leer. 

No hay día en que no me acueste pensando en que bueno estaría compartir con ustedes más lugares, más experiencias, más platos, pero todo se queda en la promesa de teclearlo al otro día y no llega a suceder por los compromisos  laborales que tengo ahora y que también me hacen muy feliz. 

Ojalá nos sigan en estas dos redes sociales (www.facebook.com/mantelesacuadros  y en instagram @mantelesacuadros ) donde pueden consultar que platos les recomiendo apenas lleguen a un sitio, así no tiene que esperar -algunos- a que les responda por whatsapp. 


Gracias por el aguante y por ser fieles lectores. Yo feliz de entretenerlos con estas reseñas. Salud y buen provecho. 


12 de octubre de 2015

Ammazza: ¿Era ó no queso azul?


Los almuerzos de grupos grandes no parecen ser la especialidad de muchos  restaurantes,  es ahí donde se ven las debilidades en el servicio y en la cocina. Me habían hablado muy bien de Ammazza y después de ir,  no dudo de que la pizza sea exquisita, pero la experiencia fue tan floja que no me quedó un gran sabor. 

Eramos 20 personas, entonces optamos por pedir una pizza por pareja, yo escogí la de queso azul y manzana, que no llegó al tiempo que las otras y cuando corrigieron el error, puedo dar fe que esa pizza no tenía ni rastro de queso azul. 

3 de octubre de 2015

La Causa: donde las entradas te resuelven el menú




Fui a comer a La Causa por recomendación de Paulina Patiño. Es un restaurante peruano que queda en Provenza, ahí cerca de Romero, La Niña Juana y otros restaurantes más.  Me invitó Mariale, como un lindo regalo de despedida de mi antiguo trabajo.

La comida peruana, desde que Gastón Acurio la lanzó como pelota de fuego fuera de Perú, no ha parado ser un éxito rotundo. En el caso de La Causa ellos se definen como comida peruana nikkei, se acostumbra a llamar nikkei a los hijos de los inmigrantes japoneses que llegaron a Perú y a partir de la década de los ochenta se empieza a llamar con ese nombre a la fusión de la comida peruana y japonesa.

26 de septiembre de 2015

Paralelodiecisiete: entre mis favoritos



Hay una puerta pequeña que conduce a un patio con un árbol en el medio, un espacio rodeado de mesas, con sillas que recuerdan las de las viejas escuelas. En la entrada y sobre la barra está el nombre en letras. Hay que releer para entender que dice Paralelodiecisiete. El nuevo restaurante de los dueños de El Herbario y Bonuar. 

Para ir al sur de Vietnam hay que cruzar el paralelo 17,  allí estaba la antigua frontera que dividía al país del sudeste asiático, entre Vietnam del sur y Vietnam del norte. Fue, durante la llamada "guerra de Vietnam, el lugar más militarizado del mundo.  

Después de estas líneas de historia, entro a contarles mi experiencia en uno de mis restaurantes favoritos de la temporada.

20 de septiembre de 2015

Zeta: un griego sin onda


El auge de turistas aumenta la oferta gastronómica,  lo curioso es que esa oferta muchas veces no tiene que ver con la comida local. Es así como, caminar por Provenza es hacerlo por Babel, hay comida de la India, mexicana, japonesa, peruana y griega, caso Zeta. 


A Zeta fuimos con #calichedice y Caro Acosta después de un intento fallido de reservar en un restaurante que me habían recomendado de comida vietnamita, en Envigado. Era sábado, y por  la hora, tipo 7 de la noche, Zeta estaba muy solo, igual a mí el ambiente ya me pintó tristón, y a esa impresión se le sumó el mesero que nos atendió, que era un poco fúnebre. Traté de ponerle conversación pero solo logré sacarle que era de Haití, seguro mucho español no entendía y por eso no era el más festivo de los meseros.


3 de septiembre de 2015

La Pampa Burger and Ribs: el express de la carne argentina


Hay cosas que me gusta hacer, como llorar y comer al mismo tiempo.  Es que llorar con la boca abierta, mientras te "callas" el llanto con un hamburguesa, a mí, me alivia. Tuve un comienzo de semana para el orto, y me hubiera gustado ir a La Pampa Burger y comerme una hamburguesa Recoleta mientras lloraba a mares. 

La Pampa Burger and Ribs es una de mis hamburgueserías (que palabra fea) preferida, voy por lo menos una vez por mes, y fue el lugar donde mis antiguos compañeros de oficina me celebraron el cumple y mi último día de trabajo. Ellos saben que amo todo lo que me  transporte a Argentina.   La Pampa Burger es una especie de spin-off de la Pampa, un lugar especializado en cortes y parrilla gaucha. 

1 de agosto de 2015

Olé-Olé: El chef rockstar



Descubrir un balcón con el techo tapizado de verde y luces hace que, inevitablemente, quieras subir ahí a pasar la tarde. Esa es la primera imagen que te brinda Olé-Olé, un restaurante de comida española en la Vía Primavera.  La segunda imagen que te queda en la mente es la de su dueño (creo que lo es), un chico de baja estatura con gafas de aumento marca Versace, pantalón tipo uniforme de odontólogo con un estampado infantil,  unas - las ya tradicionales- crocs que usan los cocineros y un look capilar adolescente. 

El cocinero súper buena onda y  con un acento españolisímo,  te pide que lo dejes sentarse a tu lado para narrar paso a paso el menú. Es una estrategia que hace sentir a los clientes importantes, pero yo no sé si tanta información desplegada, verbalmente, confunda en vez de ayudar a la hora de elegir un plato y miren que yo me precio de tener una memoria prodigiosa. 



25 de julio de 2015

La Fournée: alta panadería



Gracias a que crecí viendo tantas películas extranjeras, imaginaba de niña, que cuando grande (no más de 25 años, después me parecía que uno entraba a la etapa senil) iba a ir por una calle, una tarde de invierno  con  árboles sin hojas  y, sosteniendo en una mano, una bolsa de papel de donde sobresalía un pan gigante. En mi imaginación del futuro, iba rumbo a mi apartamento de soltera y el frío sobre mi cara no podía si no esquivarlo con la bolsa de pan. En ese entonces no había conectado la realidad de que vivía en un país tropical, donde no iba llegar el invierno después del otoño y que el pan era en bolitas, se llamaba pan tema y viene en bolsa plástica.

Todo este preámbulo para que tengan una idea de la felicidad que sentí cuando Ana María Corena me habló de la panadería francesa La Fournée, en el segundo parque de Laureles. Allí el espacio físico está destinado para las baguettes, los panes de romero y los croissant de chocolate y almendras. No hay mesas. Compras y llevas y, puedes irte en plena primavera - verano, con tu bolsa de papel y tu baguette  que te ayuda a cubrirte del sol. 

20 de julio de 2015

Comida peruana: Guido Gallia abre escuela en Medellín


Una cocina profesional no es un lugar idílico, hay calor contado en grados centígrados; una voz que se alza por encima de las demás dando órdenes,  ollas y sartenes en ebullición y cuchillos danzando. Es un lugar tan serio como un quirófano, el margen de error debe ser mínimo porque aunque se trata de comida, sabes que ningún cliente quiere ser el plato del error. 

Fui invitada a una clase magistral con del chef  peruano Guido Gallia, que abrió hace poco su centro culinario en Medellín, y como suelo hacer con muchas cosas de las que hago, convertí esa invitación en algo bizarro, al mezclar la clase que yo quería con la que había elegido Ana María (La maldición Ruiz). Ella me había advertido que no estaría en ninguna clase donde se picara cebolla o se manipulara pescado. La convencí de acompañarme, pero con su limitación hacia algunos ingredientes, terminamos sentadas al fondo del salón, viendo como más de 20 personas se maravillaban con todo lo que preparaba Guido Gallia. 

15 de julio de 2015

Kónico: la comida compacta

 
Tienes que tener un blog de reseñas de restaurantes para que no se te ocurra a donde ir a comer cuando tienes por delante cuatro horas de historias con  Santiago, un amigo que no ves hace dos años. Entonces, la ansiedad te lleva a un lugar al que te has negado a volver hace varios meses por la poca iluminación y porque las sillas  de madera bailan como mecedoras poco confiables. Se trata de Kónico de Laureles, muy diferente en ambientación al Kónico del barrio Provenza, a full de iluminación y con las sillas bien atornilladas.
  
Para el bien de todos, las sillas fueron reemplazadas y la iluminación mejoró mucho, Además nos atendió un mesero de esos que desde que te saludan les deseas lo mejor que la vida pueda darles. Amor puro e instantáneo. 

11 de julio de 2015

La Serenissima: La pizza romántica


Sacar a la pizza del imaginario de una caja de cartón que termina tirada al lado del sofá, mientras que un borde grueso de masa, se acomoda todo el domingo en la mesa de centro, como si mirara, junto a nosotros, una maratón de series por Netflix;  cuesta. Como lo es también quitarle la etiqueta de comida que resuelve las pocas ganas de cocinar. 

Como le viene pasando hace buen rato a la hamburguesa, en Medellín, la pizza también se abre lugar como opción gourmet y lo hace de la mano del chef Juan Manuel Barrientos, alumno del Bulli, el restó famoso del famoso  Ferrán Adriá. Barrientos es dueño del restaurante el Cielo y al frente tiene a la Serenissima Venezia, nuestra reseña de hoy. 

7 de julio de 2015

Nuestra primera cita



¿Han sentido un momento tan perfecto que duele?  Iba rumbo a la primera salida de este año de Manteles a Cuadros y había una luna inmensa, un cielo despejado y yo sólo pensaba en lo perfecto que era ese instante.  En Malevo, #Calichedice esperaba en una mesa amplia, que supe que no se iba a llenar, pero estaba tan feliz que eso no importaba.

A la primera cita, que tantos pidieron, acudimos #Calichedice y yo, Ana María Ruiz y Ana María Corena, y todo seguía siendo tan perfecto que dolía. Para #Calichedice era un poco estresante que no llegara más gente, pero lo bueno que tienen estás convocatorias es que el espacio está dado y no importa si son dos, cuatro o veinte personas, quien se suma cuenta como si tuvieras el estadio lleno.

28 de junio de 2015

Nos vamos a conocer en Malevo


Leer sobre comida tiene un limite, hay que ir a la acción, por eso volvemos con nuestros encuentros de Manteles a Cuadros este miércoles 1 de julio a las 7.30 p.m.  No es una logia, no se piden donaciones y mucho menos se cocina. Es un espacio trazado en el tiempo para que un grupo de gente que se conoce o que tiene seis grados de separación, se junte en una mesa y vivan algo que aman hacer: degustar la comida.

Yo soy la que está detrás del computador escribiendo, pero sé que hay muchos de ustedes que leen  y se identifican con algunas anécdotas en ciertos restaurantes. A veces cuesta dejar el comentario acá porque no es un plataforma amigable que digamos, otras veces, preferimos el anonimato, entonces está bueno que nos veamos y celebremos el placer de comer. 

17 de junio de 2015

Horror: viene gente a casa


Tanto pensar en como tenía que ser el comedor, el sofá de tres puestos, la vajilla de seis, la cocina integrada a la sala- comedor; todo porque estaría bueno recibir familia y amigos y, cuando está todo listo, aparece la fobia. ¿Existe el miedo enfermizo a atender visitas?

¿Habrá algunos de ustedes qué como yo se abruma cuando tienen que atender gente en casa, y más cuando estos creen, erróneamente, que tu cocinas como los dioses?. Me gusta recibir gente pero temo no cumplir como anfitriona y eso me genera un remolino en el centro del estómago, entonces he encontrado una solución a mitad de camino para no perderme de estas agradables compañías. Hay restaurantes de precio promedio que al que podés pedir a domicilio y sacarte esa angustia pre reunión.

12 de junio de 2015

Nueva York: última parte

Acá la tercera  y última entrega de Nueva York. Esto arranca en una cadena de comida mexicana en Manhattan, después les sugiero un programón (cruzar Manhattan  hasta Brooklyn por el famoso puente y parar a comer en Dumbo Park).  La última propuesta es comer en un restó con una vista perfecta del skyline de Manhattan y su Empire State, desde Long Island.

Este es Nueva York y el agite de la ciudad te incita a vivir a su ritmo y,  si no fluyes, sales atropellado, hasta con una respuestas, como le pasó a una mujer que, en un carro de perros calientes en Wall Street, preguntó si había más opciones de salsa aparte de la de tomate y mostaza.  El tipo que atendía la miró con cara de ¿acaso eres idiota? y la despachó, luego hizo catarsis con nosotros: -men, this is America. interpretación: en América no hay tiempo de remilgos, compras lo que hay, pagas y te vas. 

7 de junio de 2015

Restaurante Malevo: mi portal a Narnia


Hay escenas de tu vida que vienen con iluminación, sonido ambiente y banda sonora. Las rebobinas una y otra vez como si se tratara de tu momento protagónico en el cine. La más reciente de las escenas rutilantes de mi vida sucedió en el restaurante Malevo.  Caía una lluvia delgada, abundante e insistente,  nos bajábamos de un taxi donde el conductor intentó, a través de un cd, convencernos que se venía el juicio final y que este diluvio era el principio del fin.  

Malevo es una casita, como esas que uno dibujaba en el kínder, pintada de blanco y bordeada por focos amarillos pequeños. Eran las 7 en punto de la noche y el lugar estaba solo. Cuando puse un pie dentro de la casa, me recibió la voz de Adriana Varela, que con un fondo de bandoniones, cantaba: Te morías por volver con la frente marchita, cantaba Gardel.  Se me estrujó el alma, fue como si al abrir la puerta para bajarme de aquel  taxi hubiera cruzado a Narnia,  a lo para mí es Narnia: Buenos Aires, Argentina. 

El piso en mosaico, las mesas y las sillas en madera oscura y rústica; la lluvia, los mates exhibidos, el mesero que se acercaba con su acento. Estaba geográficamente en el barrio Manila, pero a la vez en Argentina. 

2 de junio de 2015

Nueva York: segunda parte


Dos cuadras llenas de restaurantes pequeños de distintas nacionalidades con menú fijo y precios bajos en pleno Manhattan,  una repostería famosa por sus cupcakes y por una serie de televisión y un restaurante con una de las vistas más increíbles sobre Columbus Circle, hacen parte de esta segunda entrega de Nueva York.

Como les conté en  la primera parte es imposible comer mal en NYC , a no ser de que sea una elección personal o que no estén dispuesto a moverse de Times Square.  Tampoco hay que tener un presupuesto desorbitante, un turista promedio, puede en Nueva York, probar diferentes cocinas del mundo sin que se le vaya el cupo completo de la tarjeta de crédito en esto.

29 de mayo de 2015

Pecositas: comer con las manos


Aplausos para los diseñadores de  los locales de Pecositas por derribar ese concepto que  local de venta de empanadas y demás fritos, debe tener paredes recubiertas en baldosín amarillo o naranja. Soy amante, enferma,  del estilo de decoración nórdica y una paciente en rehabilitación de la comida apanada, hojaldrada  y frita. Así que,  ir a Pecositas supone una guerra interna, entre querer estar en un espacio increíble y evitar a toda costa el palito de queso cheddar en hojaldre frito.  

24 de mayo de 2015

Nueva York: primera parte



Se acercan las vacaciones, y como muchos tienen con qué irse a pasar "un verano en Nueva York", he querido compartirles algunos de los lugares que visité después de una búsqueda en internet, minuciosa y casi al borde del TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), dos meses previo a mi viaje. Partamos de que si vas a la capital del mundo es porque piensas comer bien, si es para atiborrarse de hamburguesas, papas fritas  y pizzas es mejor quedarse acá. 
Agarren mapa y buen estado físico, porque van a tener que recorrer Manhattan de punta a punta para ir a estos imperdibles lugares. 

21 de mayo de 2015

Hallazgos en el supermercado


No soy de las que va al supermercado con lista, la lista me limita y me vuelve más rutinario, algo a lo que trato de ponerle onda cada mes. Tampoco es que voy a mercar con presupuesto ilimitado, pero como tengo buena memoria se lo qué necesito, bueno, casi siempre me olvido de tres o cuatro cosas. 
Esta reseña es para compartir algunos descubrimientos que he hecho en el supermercado y me han alegrado la compra en su momento. Bienvenidos a contar los suyos.

17 de mayo de 2015

Barbacoa: grande, rico y rápido



La hamburguesa is the new black.  Salta, cada tantos meses,  un restaurante nuevo que ofrece una carta exclusiva de hamburguesas con todas las combinaciones imaginables y, entre la apertura y el punto de equilibrio del negocio, muchos ganan o pierden clientes. Por estos días mi preferida es Barbacoa, pues además de otras virtudes, respeta el tamaño de la carne dentro de la hamburguesa, parece una cosa obvia, pero no lo es.

13 de mayo de 2015

PriceSmart: que sí, que no



Desembarcó hace seis meses en Medellín y cuando alguien va, cuenta su experiencia como si se tratara de un viaje de iniciación. Una vez que estás entre las góndolas te da una ataque de ansiedad por comprarlo todo, la cordura sólo vuelve a 3 metros de la caja, cuando te das cuenta, que eso de precio inteligente ( traducción de Pricesmart) no es otra cosa que convencerte de hipotecar la casa por un galón de helado.

Esta reseña es muy subjetiva, es exclusivamente basada en mis gustos y necesidades. Así que apliquen los filtros ajustados a su realidad. Acá les dejo mis porqué sí y porqué no de compras en Pricesmart.

11 de mayo de 2015

Déjame que te cuente: una historia de buena carne


Tiene los elementos clásicos de una historia de éxito, el nombre, un inicio de bajo perfil y clientes que han pasado, de voz en voz,  las maravillas que allí se cocinan. Déjame q´ te cuente es un restaurante que nació desde las brasas, no desde el marketing y la apariencia. 

Ubicado en la que era la zona cool de Medellín en los años ochenta,  Dejáme q´ te cuente está lejos de los circuitos gastronómicos de moda. Esta parrilla  que ni siquiera tiene un aviso gigante, creo, que ni siquiera tiene aviso, queda a una cuadra exacta de la entrada de la UPB sobre la carrera 70. Todas sus mesas están en la calle porque el escaso espacio del local está reservado para una cocina a la vista de todos.

8 de mayo de 2015

Velvet: sucursal del paraíso



Leer está asociado al café, al vino, al té. Si no ¿cómo no atragantarse con esa frases que te parten al medio y te cambian la existencia?  El conversar también está ligado al café, porque hay mucho que decir. Somos una cultura que se ufana de tener el café mas suave del mundo, pero no de leer y, muchos menos de conversar sin previa botella de aguardiente que te suelte la lengua.  
 Aquí en Medellín café hay, cafés no.  Encontrar a Velvet fue una alegría comparada con descubrir una playa blanca y un mar azul en medio de un bosque. Ilse Geyskens, es una belga que hizo real lo evidente, abrir un café en el país con la fama del mejor café del mundo. 

6 de mayo de 2015

Ferrán Adriá: mi Messi

Foto tomada de El Pais Semanal. -  Fotógrafo:  Joan Tomas
Llegó a ser el número uno del mundo durante cinco años.  Nunca pasó por una escuela de cocina, quiza por eso se permitió cuestionarse todo.  Estaba loco y y sigue estándolo, si hablamos de la locura como esa libertad de desligarse de preconceptos y responder solo a los interrogantes en tu cabeza. 

Hizo de la cocina lo que se le cantó y encontró que en ese lugar, pueden convivir el sabor, la estética y el arte. Es Ferrán Adriá. Y yo, la groupie de chefs, que comparte con ustedes un encuentro hace dos años en Medellín con el hombre que revolucionó la comida mundial. 

4 de mayo de 2015

Isla de Providencia: amor por el cangrejo negro


Quería arrancar esta semana, después de un puente festivo, con este post que te manda al carajo el lunes. Resulta que el paraíso existe y tiene un mar de siete colores, perros callejeros que te acompañan de playa en playa y cangrejos negros que terminan en tu plato. Además, es un lugar para leer, dormir en silencio y bucear.  Se llama Providencia y gracias a Dios, ese azul caribe es colombiano. Sorry Nicaragua.


2 de mayo de 2015

Tabún: comida para compartir





Cuenta la leyenda que cuando uno se sienta en un restaurante al lado de Ana María Ruiz, irremediablemente te cae "la Maldición Ruiz". Serás el primero en pedir y el último en recibir tu plato. En el caso de Ana, nunca tendrá una orden de pedido que la deje satisfecha y, verás a su lado, una sucesión de todos los errores que un restaurante puede cometer.  Porque la quiero, siempre me siento al lado de ella, aunque me toqué experimentar la maldición. 


28 de abril de 2015

IL Castello: meseros de profesión





Que lindo es entrar a un restaurante con manteles a cuadros y donde te recibe un mesero de profesión.  Nada del estudiante que meserea el fin de semana con toda la buena onda pero también con toda la inexperiencia gastronómica.  Un ambiente de restaurante de verdad, eso es lo que uno siente cuando entra a Il Castello, el restó de comida italiana que hace un tiempo está de moda en Medellín y se sostiene arriba de sus expectativas. 

27 de abril de 2015

Olivia: era cuestión de esperar



 

La primera vez que estuve en Olivia fue un desastre que revivo con un testimonio que 

dejé en la versión anterior de Manteles a Cuadros: "No sé cómo describirles esto, no soy 

propiamente Julio Cortázar, pero el ruido era de parador de carretera, como cuando 

entran cuatro buses de Rápido Ochoa, con gente hambrienta que tiene media hora para 

comer y orinar". Entonces prometí volver cuando ya tuvieran la experiencia en la atención 

a clientes y no se les quemara la entrada de provolone, alcachofas y berenjena.



26 de abril de 2015

Bonhomía: para la previa


El ambiente le gana al paladar, pasa con muchos lugares, y esto es Bonhomía. Cuando le mostré a una amiga que no vive en Medellín, las fotos del lugar a donde iríamos, me dijo: Eso no es acá. Y es que la terraza ( el fuerte de Bonhomía) parece enclavada en el atrio de una iglesia española.

Era sábado, 8 de la noche y el sitio estaba a full. Bonhomía es una salumería, forma italiana de nombrar una salchichonería. O sea donde se venden productos salados para su conservación: embutidos.

Le Coq: por la reivindicación del pollo



Fuí a Le Coq días antes de la inauguración oficial en junio de 2012.  Me acuerdo que me encantó su propuesta de tener una carta centrada en tres grandes alimentos: el maíz, la papa y el pollo. Tres años después he vuelto unas cuantas veces y hasta he pedido a domicilio. El sabor y el tamaño de las porciones siguen siendo los mismos, ha variado el precio, obviamente. Hay quienes menosprecian al pollo asado y lo reducen al domicilio de desvare del domingo. Yo les digo que prueben ir a un lugar lindo como Le Coq, pedirse una buena entrada, "calzarse" los guantes y comer pollo con la mano.