Ferrán Adriá: mi Messi

Foto tomada de El Pais Semanal. -  Fotógrafo:  Joan Tomas

Llegó a ser el número uno del mundo durante cinco años.  Nunca pasó por una escuela de cocina, quiza por eso se permitió cuestionarse todo.  Estaba loco y y sigue estándolo, si hablamos de la locura como esa libertad de desligarse de preconceptos y responder solo a los interrogantes en tu cabeza. 

Hizo de la cocina lo que se le cantó y encontró que en ese lugar, pueden convivir el sabor, la estética y el arte. Es Ferrán Adriá. Y yo, la groupie de chefs, que comparte con ustedes un encuentro hace dos años en Medellín con el hombre que revolucionó la comida mundial. 


 

Foto tomada de El Pais Semanal- fotógrafo: Pere Duran

Cuando vivía en Buenos Aires, Argentina había comprado boletas para irlo a ver al teatro Gran Rex. Si, suena loquisimo  ir a ver hablar a un chef. Hacía una especie de gira pagada por Telefónica para hablar sobre innovación  No pude ir porque me salió un viaje, pero guardé esa entrada conmigo mucho tiempo.  Ahora lo tenía al frente hablando de innovación en la Universidad Pontificia Bolivariana.

El salón estaba repleto, y es que los seres humanos buscamos estar entre gente que triunfa, no importa si se ha hecho entre ollas y trapos de cocina.  Luego hubo un bufet ofrecido por el restaurante el Cielo, de propiedad de Juan Manuel Barrientos, ex alumno de la escuela de El Bulli (el restaurante que Ferrán fundó en una Cala de Girona, España). Barrientos le ofreció a su mentor, su invento: la comida molecular. De estos platos me acuerdo de una espuma amarilla y blanca que recreaba el sabor de la arepa de chocolo con quesito.

Foto tomada de El Pais Semanal- fotógrafa: Consuelo Bautista

De la UPB salimos, cual avanzada presidencial, a treparnos a una van. Eramos pocos, Ferrán, tres personas que habían viajado con él y Sara Valencia, una compañera de la oficina. Yo quería preguntarle de todo, la verdad no quería preguntarle nada, sólo quería que me cocinara algo. Fuimos al Museo de Arte Moderno de Medellín, MAMM porque el chef catalán estaba con la idea de armar su propio museo y quería ideas. Del MAMM le encantó que la parte administrativa funcionará dentro del mismo museo, eso supondría una disminución de presupuesto en vigilancia diurna. 

Después comenzó la agenda apretada, las corridas, la prensa. la Primera Dama de Medellín, Claudia Márquez había preparado para Adriá un recorrido por restaurantes que  hacen parte de Medellín si Sabe. La primera parada fue en los jugos del Coste en Carabobo. El  mejor chef del mundo pidió el de lulo, a la vez que nos contaba que era una de las frutas que no faltaba en las recetas de su antiguo restaurante El Bulli.

Seguimos sobre la carrera Carabobo hasta llegar a la centenaria Panaderia La Palacio. En este este punto comer era un asunto de cortesía. Una bandeja con panderitos, pasteles de guayaba y el mistico bizcochuelo de ese lugar (hiper recomendado) esperaban un veredicto del mejor chef del mundo.

Mientras íbamos de un lugar a otro observaba a Ferrán Adriá, buscando esa cosa humana que nos vinculara, como si la gente que admiramos, hasta endiosarla, no fuera terrenal y necesitáramos de un gesto, de una flaqueza evidente, para quedarnos tranquilos y decir: sí, dentro de todo es como yo. 

La última parada fue el restaurante Familia García, por la avenida El Volador.  No querrán que les describa la cara del chef español cuando le sirvieron una sobrebarriga enorme con yuca y papa.  Ser invitado a comer todo el tiempo debe ser una paradoja para el que tiene vocación de alimentar a otros.

Hasta ahí llegó mi día con mi rockstar, pero a Ferrán todavía le esperaba una última cena    en el desaparecido restaurante Mystique.  ¿Qué impresión se llevó de Medellín? pues que teniendo el clima que tenemos no lo usemos para tener más plazas de mercado al aire libre, como la Boquería en Barcelona, o el Mercado de San Miguel en Madrid.

Les dejo una foto testimonio de nuestra "amistad". Bah, la tipica foto con tu ídolo. Yo a la izquierda, mi Messi en el medio y Sara a la derecha. Espero que entiendan que tenemos puro instagram encima.