Velvet: sucursal del paraíso

Leer está asociado al café, al vino, al té. Si no ¿cómo no atragantarse con esa frases que te parten al medio y te cambian la existencia?  El conversar también está ligado al café, porque hay mucho que decir. Somos una cultura que se ufana de tener el café mas suave del mundo, pero no de leer y, muchos menos de conversar sin previa botella de aguardiente que te suelte la lengua.  

 Aquí en Medellín café hay, cafés no.  Encontrar a Velvet fue una alegría comparada con descubrir una playa blanca y un mar azul en medio de un bosque. Ilse Geyskens, es una belga que hizo real lo evidente, abrir un café en el país con la fama del mejor café del mundo. 

Velvet es un lugar donde uno puede ir a quedarse sin culpa, sin esa paranoia de que los meseros te miren con cara de: desocupá. Dependiendo de tu afán o de tu poca prisa podés ubicarte en cualquiera de los tres ambientes que parece tener este café. El primero es el que ocupan las mesas que dan a la calle, el segundo es cerca a la barra, donde se sientan los que necesitan estar hiperconectados; después hay varias pequeñas salas dotadas de libros y revistas; quién quita que alguien se enganche leyendo el Quijote y vuelva infinitamente hasta que lo terminé. 

La propuesta de Velvet es ofrecer café colombiano acompañado de chocolates belgas y para almuerzos y cenas livianas, una carta de ensaladas y sanduches creadas por el chef italiano Davide Bossi.  La primera vez que fui parecía suelta en Disney, porque encontrar un lugar donde se una la lectura, el buen café y mobiliario sea de estilo nórdico, es para mí una especie de sucursal del paraíso (Providencia es el paraíso). Fui con una amiga y  como ya habíamos almorzado pedimos unas copas de café frappe con crema, una bomba igual de rica y calórica. 

Estaba tan emocionada de encontrar un lugar donde pudiera leer horas y horas que llame    a #calichedice para que se nos uniera y de paso me llevara mi libro de Alice  Munro. Mi #calichedice apareció al toque y se pidió una cerveza Stella Artois (bien belga) y un sanduche griego. 

Creo que estuvimos cuatro horas por lo menos, tiempo en el que se renovó como dos veces la clientela, en su mayoría extranjeros que aprovechan el lugar para conectar sus laptops y trabajar desde allí. Otra maravilla de Velvet es que es petfriendly. Podés ir con tu mascota a leer o a comer, yo no lo haría, porque mi perro es insoportable en los restaurantes, sólo llora y llora por comida.  

Nosotros ese día pagamos $42.000 por los dos frappé, el sanduche, dos cervezas y dos café americano. 

Resumen informativo: 
Dirección: Carrera 37 # 8a - 46, Medellín

Teléfono: (4) 3119405

Precio aproximado:  Entre $20.000 y $ 35.000 por persona 

Comida: No la he probado. Café: 10

Ambiente:  9.0 ( Lo único incomodo es que para ir al baño hay que pedir un ascensor)

Dato a tener en cuenta: Los viernes y sábado está abierto hasta las 9 p.m. y los domingos hasta las 7. puedes ir con tu perro.