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24 de septiembre de 2012

In Situ: fuera del obvio circuito gastronómico



Acompañé a Marcela, una prima, a que le tomarán fotos y grabaran parte  del video de sus  15 años en el Jardín Botánico, fue hace tanto tiempo que en esa época era cool ¿ o no?. En una parte del guión ella debía caminar por el corredor de una casa vieja y tropezar con una flor, la que luego  rozaría su cara, estaba en auge la metáfora de la mujer y la puta flor roja. Hace una semana estuve sentada sobre ese pasado, la casa ya no es  vieja y la escenografía de tantas quinceañeras hoy la ocupa el restaurante In Situ.

Fuí por  un almuerzo de trabajo con un grupo de extranjeros  así que no tomé las fotos de los platos para no hacer el ridículo.  Eramos  siete personas, dos pidieron de entrada el ceviche de camarones y mango, otra pidió una crema de chócolo y otro pidió una crema de tomate.  A Los tres que no pedimos entrada nos tocó  ver como comían los demás,  para ellos , supongo, debió ser igual de incómodo acelerar su entrada para no vernos ahí boquiabiertos.

Crema de tomates asados $13.000

Crema de Chocolo $13.000







Yo pedí  un lomo coffea porque tenia curiosidad de probar el puré  de plátano maduro. En nuestra dieta colombiana siempre está presente el tema de meter el plátano maduro, así sea a las trancadas en una sopa o  en unos frijoles.  A mí esa mezcla salado-dulce plátano  casi no me gusta y llego al punto de la arcada cuando veo gente que le pica un banano a la sopa. El lomo coffea son dos medallones de lomito de res napados, así decía en la carta- napar es la manera snob para decir cubierto con una salsa-  con reducción de café y dubonnet – un licor que es hecho con hierbas y especias y tiene una base de quinina, la medicina que se usaba contra la malaria, por eso es amargo- . Los medallones están acompañados de puré de plátano maduro, suero costeño y espinacas al limón.    La carne estaba  muy suave,  en parte porque la pedí a término medio - error mío  porque es un tanto cruda para lo que acostumbro-. El puré de plátano   al mezclarlo con el suero costeño tenía un gusto especial porque se matizaban ambos sabores. La espinaca sobraba en el plato porque al estar bañada en limón se veía medio marchita, además  la cantidad era como para el desconsuelo, una hojita sola, pobre.
Les debo esta foto porque no está en ninguna página y la página oficial de In Situ no abre. 


Los  demás platos fuertes fueron cazuela de frijoles vuelta a oriente, solomito del campo que es un corte madurado  acompañado de tomates secos, hierbas frescas y manzana y otro fue un  lomo fino de cerdo rebosado en panela, mostaza y zumo de naranja.


Cazuela de frijoles vuelta a oriente $23.500


Solomito del Campo $31.000


Solomito de cerdo a la panela $26.600











Por unanimidad de la mesa, lo mejor de In Situ, es su ceviche de camarones y mango y el jugo Jardín de Sabores que es lulo, jenjibre, yerbabuena y miel. Lo único en contra de esta bebida es que tiene toda la espesura del lulo, asi que si el caso es de sed, prueben primero a quitársela con agua y después pidan el jugo. hiper recomendado.


Jugo Jardín de Sabores $5.400






De los postres me encantó que vienen como en tarjetas de fichas hemerograficas con las fotos para antojarse más.  Compartimos dos porciones de uno que no se como se llama pero es de chocolate y maracuyá, una  combinación de moda y que no deja plato sucio. 






In Situ es un oasis, sobre todo si vas a comer al mediodía, pues llegas ardiendo en llamas después de haber cruzado Carabobo Norte con el sol canicular encima. El sonido del agua y árboles verdes por todos lados hacen que uno quiera quedarse a pasar toda la tarde ahí.

El restaurante se creó con la idea de ayudar al sostenimiento del Jardín Botánico y su primer chef fue Oscar Gónima, hoy anfitrión de Le Coq.  In Situ no es barato y eso es un punto a su favor , porque estamos acostumbrados a que este tipo de restaurantes se instalen en El Poblado o en los hoteles cinco estrellas.  Ahora no crean que no pueden ir a comer al Botánico si no tienen por lo menos $50.000 pues también está el Café del Bosque  que tiene menú diario por $8.000. Yo he almorzado ahí y es muy rico.

 In situ me gustó mucho, sólo me hizo ruido el tema de los tiempos en las comidas, si todos no piden entrada se hace muy molesto para la mesa, deberían preguntar si los que sólo quieren plato principal desean que les sirvan rápido, creo que no deben ser tan estrictos con esos pasos y más si allí va mucha gente a reuniones de trabajo, y por lo tanto se tienen menos confianza entre sí.

Yo no pagué, pero calculando por el valor de lo que pedimos, la cuenta pudo estar en $325.000 con propina incluida, un promedio de  $46.000 por persona.

Fue lindo volver a un lugar marcado por la adolescencia y sus fiestas de 15 años, y aunque eso se me hace lejano, había cerca de nosotros una mesa grande, donde una familia celebraba la Primera Comunión de una niña, que se veía tan feliz, como se veía Marcela posando con sus rosas en ese mismo lugar muchisimos años atrás.
Dirección : Calle 73 No.51D-14 Jardín Botánico de Medellín
Teléfono:   233 23 73
Precio: Entre $ 30.000 y $45.000 por persona
Comida calificación: 10 puntos 
Ambiente: 10 puntos. Espacio amplio, mesas con buena distancia entre ellas y naturaleza viva por todos lados
Atención: 9 puntos
Dato a tener en cuenta:  Los domingos y festivos abre de 11 de la mañana a 4 de la tarde con una carta  más economica.