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29 de agosto de 2012

Volvimos a Verdeo


Ya alguien dijo que lo importante no es llegar sino mantenerse, y me acuerdo de esa frase cuando empiezo algo, y más  si la cosa no depende solo de mí. Era la segunda salida de Manteles a Cuadros y algunos de los que habían ido a nuestra primera salida en Naan se estaban excusando por razones de trabajo y otros compromisos sociales entonces pensé que hasta ahí nos había llegado el impulsoEstaba cargada de trabajo por ser mi primera semana en empleo nuevo, aparte mis amigas estaban embolatadas: María incapacitada por una operación, Ana Lía clavada en la oficina con un informe, Paula V con una despedida de un amigo y Adriana L con fiesta del trabajo y Juan Pablo Lema atrapado en un regreso Bogotá- Medellín. Pero no todo estaba perdido, Caro Acosta  confirmó que iría con su amiga Juliana, y  cuando salía de la oficina, Sara Jaramillo me llamó,  y con su voz de emocionada de siempre y  ese ritmo apresurado que uno hereda de años de ser corresponsal de noticia,  me dijo:
-Querida  no te preocupes si no me ves a las 7 y 45 en punto, voy a hacer acto de presencia en una comida y me vuelo para Verdeo.
Con Juliana, Caro Acosta, Sara y su marido Juan Roberto confirmados, fue suficiente para quitarme el bajón de que tal vez no pegarían más las salidas a Manteles a Cuadros.

Los que fuimos: De izquierda a derecha: Pipe Soto -que casi se sale de la foto-, Juan Roberto, Sara, Andrés, Ana L, Caro Acosta, Dora Veléz - tapada por mí- y Yo.  Faltaron Paula V, Libo y Juliana que se fueron antes del postre.
 Verdeo se ha vuelto popular entre la gente que busca una opción distinta en el rango vegetariano. El restaurante es  de dos pisos  y tiene una decoración inspirada en Alicia en el País de las Maravillas, el mes pasado hice una reseña de la primera vez que fuí, y repetí  ahora porque fue el lugar eligido por el grupo que se viene armando de Manteles a Cuadros.


Cuando llegué Caro y Juliana  ya habían pedido y se habián comido por completo  una entrada  de falafel con humus y labne. Las dos me dijeron que las bolitas de falafel estaban deliciosas y las salsas también. Yo pedí una entrada que había comido la única vez que había ido a Verdeo y que me encantó se trata de champicriollas con salsa de queso y  de tomar  pedí el guándolo con flor de Jamaica.

Entrada champicriollas $ 9.500


La noche traería varias sorpresas, y es que cuando pensábamos que solo seríamos cinco, llegaron Pipe Soto, Ana López con su marido Andrés  y Dora Veléz.  Con ellos compartí la entrada y además pedimos un limón marroquí que son unas tostadas untadas con queso crema y con un ligero sabor a limón, acompañadas con fresas y kiwi,  muy, pero muy, ricas

Entrada de limón marroquí $11.500



 Paula V que fijo no alcanzaba a estar, hizo el esfuerzo por hacerme el aguante y llegó con Libo, un amigo, al que  el ir a Verdeo, seguro, se convirtió en su más reciente pesadilla, pues detesta lo vegetariano y la palabra  comida es sinónimo, sí o sí, de proteína animal.  Después de mucho rogarle, Libo aceptó tomarse una cerveza y compartir un sanduche de tres quesos con Paula V, pero sé que no se nos une más en este programa.

Derretido tres quesos $17.000


 Esperamos a Sara y a Juan Roberto para pedir los platos principales, y Sara entró con una pinta de coctel que me emocionó porque sé que hizo todo lo humanamente posible para comer con nosotros.

De plato fuerte Caro y Juliana compartieron una hamburguesa  verdeo que es a base de quínoa, lentejas, ajonjolí, trigo y avena. Como guarnición cada plato te da la opción de  ensalada o  de papines (papitas tamaño mini mini) criollas, adobadas con romero y limón  y acompañadas de salsa de maracuyá o salsa pesto. Andrés Fernández, Pipe Soto y yo pedimos hamburguesa ratatouille, que para ganarse bien ese nombre debe tener berenjena, tomate, cebolla  pimentó, ajo y zuccinni, todo bien picado.   Esta hamburguesa es un poco más grande que la Verdeo, pero ninguna de las dos cae pesado y ambas son muy recomendadas.

Hamburguesa Verdeo $14.500. Hamburguesa Ratatouille $17.500


Sara y Ana López pidieron las berenjenas parmesanas, según ellas estaban perfectas de sabor. Si conocen a un enemigo declarado de los vegetales,  que no negocia por nada del mundo un cacho de carne, prueben a darle, sin que sepa, unas berenjenas al horno gratinadas o apanadas y les va a preguntar qué carne tan suave es. La berenjena es muy agradecida, con todo sabe rico y es barata, además tiene un color que me mata. Dora Vélez se antojó de la lasagna y  si ella, que es un poco quisquillosa no dijo nada malo del plato, es porque estaba muy buena.  Juan Roberto pidió un wrap y quedó maravillado- como me gusta la gente que puede vivir sin comer carne una noche.

Berenjenas parmesanas $ 17.800
Lasagna $17.800
  


 Para cerrar nuestra segunda salida de Manteles a Cuadros pedimos de postre cuatro porciones de  Milonga flor de Jamaica. Es una galleta como de textura de los macarrones dulces y en el centro tiene una crema que es a base de queso y encima la flor de Jamaica.  Muy suave como postre y nada pesado como lo es todo el menú.

Milonga flor de Jamaica $7.000


Eramos 11 personas y la cuentafueron $292.000 con la propina incluida, o sea un promedio de  $26.500 por por cada uno. Según Pipe Soto, a pesar de que no había proteínas, la comida satisface el apetito, y que en su caso salió mejor comido que en Naan. Verdeo para mí es una de esos lugares maravillosos que uno tanto le reclama a una ciudad, porque es lindo, tiene clara su onda y su tipo de comida, y aunque no se sea vegetariano consagrado, a veces es necesario variar la dieta y dejarse consentir por cocineros y chefs que se pasan los días creando platos novedosos.

Dato autista: como verdeo está conectado con un mercado orgánico, hay cosas como esta de la foto. véanla, sí, se parece una copa plástica de aguardiente.


Tampón ecológico

Pues no es una copa de aguardiente sino  UN TAMPÓN ECOLÓGICO. Nos  explicaron como  se usa y no lo voy a repetir porque esto es un blog de reseñas de restaurantes y les aseguro que es muy desagradable, pero si están a full con la onda ecológica, pues adelante y viólense con eso. Besos!!!! 

Dirección : Crr 35 #8a -3 barrio Provenza
Teléfono:  444 09 34
Precio: Entre $20.000 y $30.000 por persona
Comida calificación: 9 puntos 
Ambiente: 10 puntos.
Atención: 7 puntos.  (No nos avisaron que la propina estaba incluida, así que cuando pagamos dejamos $18.000 de más, diciendo que era por propina y el cajero debió decirnos que ya la habíamos pagado. Es por ley que deben avisarte este tipo de cosas, así que terminamos dejando $42.000 de propina por una cuenta de $292.000)
Dato a tener en cuenta: Dictan clases de cocina y tienen un buen menú para llevar y hasta para congelar en la casa.

27 de agosto de 2012

Archies: Encontré la mejor pizza y el mejor empleado


Alguna vez fuí a  Archies  y me negué a pedir pizza porque al ser un restaurante de cadena me imaginé que el sabor sería muy artificial, pero el sábado pasado, una amiga que está recién operada, estaba desesperada por salir, y yo, que tuve una semana bien movidita de eventos, estaba desesperada por no salir,  así que para encontrar un equilibrio le pedimos a una tercera amiga que escogiera el lugar donde comer, fue así como terminamos en  el Archies del cruce de la Avenida Nutibara y la Avenida Jardín, que valga comentar, está a punto de colapsar con tanto restaurante nuevo y poco espacio para estacionar.  El local que ahora ocupa Archies me recordaba al fracasado Juan Valdéz que habitó esa esquina, pero cuando entré la buena onda me invadió al ver los manteles a cuadros rojos de las mesas y olvidé que la famosa marca de café colombiano no pegó en Laureles.

La carta de Archies tiene  28 combinaciones de pizza en dos tipos de masa, además varias propuestas de pastas y ensaladas. Mis amigas y yo decidimos pedir  tres pizzas de tamaño personal  y compartirlas, algo  riesgoso porque, imagino, que a casi todos nos ha pasado, que apenas llega una comida que alguien se arrepiente de probar el otro se  atrinchera en su plato y te deja embalado. Entonces traté de que la elección me convenciera a mí, por sí después nadie quería compartirla. No me importó que María no comiera cebolla y pedí la pizza rústica gamberetti  que  viene en una masa muy delgadita -por eso el nombre de rústica- y arriba de la masa tiene camarones salteados al vino con pequeñas laminas de cebolla morada  y mucho queso mozzarella.  No soy muy fanática de comer camarones calientes pero esta pizza es la mejor que me he comido este año. La masa  estaba crocante sin ningún borde quemado,  los camarones con el queso, simplemente perfectos, nada grasosa, cosa que le pasa a muchas pizzas por el tipo de  queso base que usan.


Pizza personal gamberetti $21.900



María pidió una pizza que me gustó por ser una combinación arriesgada:ciruelas pasas y tocineta, yo había probado esta mezcla en empanadas argentinas del Noble Repulgue, y me había fascinado.  En Archies la tocineta viene picada muy  delgadita, casi que desmenuzada. María la pidió con masa  gruesa, así que el tamaño es más pequeño que la rústica pero con más volumen.   Esta pizza se las recontra recomiendo porque lo salado y grasoso de la  tocineta es matizado por el dulce de la ciruela. Esta fue entonces,  la segunda pizza más rica que probé este año.


Pizza personal de ciruelas y tocineta $ 14.300



Ana Lía y yo quedamos en compartir   la rústica de gamberetti  y una de pepperoni en masa más gruesa. La de pepperoni estaba rica, pero muy parecida en sabor a la de cualquier pizzería, la verdad es que no hay mucho margen de error en una pizza de pepperoni solo.


Pizza individual de pepperoni $14.300

Cuando creíamos que  todas las maravillas de Archies habían sido develadas en sabor, nos asombró  Duver Correa, uno de sus empleados. El tipo trabaja con una felicidad, que si tuviera que hacer una película sobre su vida en Archies, el único actor que clasificaría sería Jim Carrey.  Duver nos contó, con el mayor orgullo, que es monitor de domicilios y que ha ido ascendiendo en la empresa. Según él,  sabe detectar a los clientes alegres y que nosotras hacemos parte de ese grupo.  Creo que Duver es bastante diplomático y lo que más fácil identifica no son los clientes felices sino a un trio de solteronas comiendo pizza un sábado por la noche- había otra mesa como la de nosotras-   Ojalá cuando vayan al  Archies de Laureles  este Duver de servicio.

Este es Duver Correa, con solo mirarle la cara uno entiende que es el empleado más feliz del mundo

Vi que en la carta tenían volcán de chocolate, llevo varios meses buscándolo en algún restaurante, una vez lo encontré en la carta de Milagros  y  no  había. Es que no es fácil ofrecer volcán y cumplir, este postre debe ser preparado en el momento, por eso en la carta de Archies te explican que se demora 15 minutos. Es una preparación hiper cronometrada para que la parte de afuera se cocine y en el centro quede el chocolate liquido. Me gustó el volcán pero le quitaría tanto helado y que no viniera dentro de un molde porque se pega. Es un postre para compartir entre tres personas, para uno solo directamente te internan antes de que pagues.

Volcán de chocolate 9.900



Antes de irnos Duver nos regaló una pequeña muestra de un aceite de oliva picante que venden en Archies. Voy a abrirlo ahora en el almuerzo, y seguro guardo el envase que está  muy lindo. 




Después de tantas maravillas se llegó la hora de la realidad. La cuenta no nos pareció exagerada pero debemos aceptar que no es barato comer en Archies, para mí es un precio justo si se tiene en cuenta el servicio y las buenas pizzas que tienen, que hasta ahora, es la que más me ha gustado de las que hay  reseñadas en el blog.  Por tres cervezas, un jugo, dos coca colas, tres pizzas individuales y un volcán de chocolate, más la propina ( que dejamos con el mayor de los gustos) pagamos  $98.800. O sea cada una pagó $33.000.  Puede ser escandaloso por una pizza y dos bebidas por persona, pero es que quedar contento y feliz no es un item visible en la factura.


Buen aviso que informa que la propina es voluntaria, notese que le falta  una N a la palabra advertencia, pero igual dejamos la propina con el mayor de los gustos.


 Dirección : Esquina Av. Nutibara con Jardín ( Laureles) hay muchos más en la ciudad
Teléfono: 4442666 ( domicilios)
Precio: Entre $25.000 y $35.000 por persona
Comida calificación: 10 puntos 
Ambiente: 9 puntos. (Música muy ochentera, con canciones tipo flasdance)
Atención: 10 puntos
Dato a tener en cuenta: Tienen un menú de lunes a viernes de 12 a 2 p.m  con entrada, plato fuerte y bebida por $15.900

13 de agosto de 2012

El cocinero de kebab y pita que aterroriza a sus clientes


Uno puede estar muriéndose  de ganas de comerse una kebab o una pita, pero para ir hasta este local sin nombre, hay que pensarlo muy bien, sobre todo, hay que estar seguro de que tu día no se dañará por los comentarios del dueño. Apostado durante 15 años  en el mismo local simplón, sobre la calle 35 con la carrera 81 (a una cuadra de la glorieta de Don Quijote), este cocinero intimida a todo aquél que llega por primera vez a su restaurante y comete novatadas de cliente primíparo. Aquí les cuento algunas de tantas que  me sé
Un par de amigos fueron  a comer y uno de ellos pidió cubiertos para comer la kebab:
-Eso se come con la mano- le respondió el cocinero-.
-Lo sé, pero quiero cubiertos porque no quiero que se me riegue
-Cuando se le riegue le traigo los cubiertos.- concluyo el dueño-.

Otro día una chica pidió una kebab, mientras que su novio fue al carro de perros del frente y se pidió un perro caliente, cuando volvió a la mesa para acompañar a su novia, el cocinero lo recibió con cantaleta:
-Llevo años tratando de que la gente coma sano,  así que acá no se sienta usted a comerse esa comida basura.

El señor Kebab, que asusta con el malhumor y hechiza con la sazón



A pesar de que es un lugar para comer al paso, y de que el dueño, y a la vez mesero, es un tipo muy amargado y cascarrabias, siempre hay gente comiendo ahí. Además no hay carta,  ni te informan precios. Sólo hay dos productos: Keba y pita y cada una vale $15.000. O sea que tampoco se mantiene lleno por barato.
  
El éxito de este lugar es el sabor, la keba  viene rellena de vegetales frescos y crujientes, tiene apio, zanahoria, repollo, champiñones, cebolla y trozos de carne, queso  y está envuelta en una especie de tortilla mexicana tostadita.  En la mesa hay una salsa verde que creo que tiene cilantro y que está muy buena para acompañar la keba. 




Paula Vélez dice que podría comer esta kebab todos los días de su vida


La pita es mi favorita, es medio pan árabe  abierto, con repollo picado y repleto de trozos de carne marinados  y bañada en  una salsa blanca que les pido que no se mueran sin probarla, no sé como describirla pero tiene cierto exceso de pimienta que la hace alucinante.

Ana Lía posa con la pita que compartimos junto con una kebab


Desde hace 15 años este señor se levanta con su mal humor de siempre a atender a los clientes, a los que les dice, sin importar que los haya visto antes, cual su misión: Enseñarnos a comer sano. Ayer fuí dispuesta a retar mi paciencia si el Señor Keba se ponía insportable, pero nos sorprendió su amabilidad y parquedad, nos atendió sin explicarnos en que consistían sus dos únicos platos y no nos regañó porque pedimos un cuchillo para partir una de las kebas. Tuvimos suerte, al menos por esta vez. Mi recomendación es que ensayen sus niveles máximos de tolerancia y no se pierdan de probar estos dos platos, creánme que el lugar y el dueño no son de lo más agradable, pero ese sabor se merece sortear ese obstáculo.

Promedio por persona: $17.000. Gaseosa y keba o pita
Ambiente: 5 puntos
Comida: 10 puntos
Atención: Bizarra

6 de agosto de 2012

El Mesón Mediterráneo: Un cocinero que habla como argentino y dice que es español



Recibí una maravillosa noticia de trabajo y había que celebrar inmediatamente, así que con mis amigas nos fuimos al Mesón Mediterráneo, ese lugarcito desconocido que les mencioné en la reseña de Opera Pizza, y que me había agendado para probar el fin de semana y del cuál es dueño  un "supuesto" español de la Rioja.  Así que,  por segunda vez en la semana,  fuí a a comer  a  la carrera 70 con la calle 42.

Negative Bikes MC, lector de este blog, había comentado que el dueño del  Mesón  no era español como él mismo nos había hecho creer, así que esa noche lo hice hablar sin parar sobre la carta para tener más pistas sobre su verdadero origen. Por votación unánime de la mesa lo declaramos argentino.  ¿Por qué mentir diciendo que era español y no argentino?  Yo lo defendí ante mis amigas, y ahora ante ustedes .  Hay una frase popular que dice que "Los argentinos descienden de los barcos", y tal vez  este cocinero,  que se hace llamar Juan, sea hijo o nieto  de españoles  pero nacido  y criado en Argentina,  y que cuando le resultó esto de venir a Colombia pensó que  si admitía su nacionalidad, los futuros comensales no le iban a perdonar que en  lugar de montar una tipica parrilla, se hubiera decidido  por un restaurante mediterráneo.  ¿Por qué condenarlo?, puede que el tipo este harto de los asados.


De entrada pedimos pulpo a la gallega, pero Juan nos explicó que se demoraba cuatro horas en prepararlo, o sea, es un falso positivo de la carta, o ¿hay qué llamar cuatro horas antes para confirmar la entrada?. Un bajón para mí que estaba ansiosa de probar el pulpo, pero como era un día de alegría pura no me amargué,  y con mis amigas pedimos para compartir unas patatas bravas que son unas papas fritas, acompañadas de una salsa a base de tabasco, con perejil y cebolla. La salsa es  bastante picante pero soportable y rica para los que amamos este tipo de condimentos. Las papas estaban en el punto perfecto: crocantes por fuera y blandas por dentro. Nosotras cuatro quedamos medio llenas con la entrada, que cuesta  $6.000




En la carta hay  muchas opciones de pasta, entre ellas,  canelones, lasagna, fideos, también platos con pescado y paella,  pero preferimos probar el risotto.  Juan nos convenció de que pidiéramos en una gran olla de paella cuatro porciones enteras  de risotto de  langostinos.  La carta ofrece  la media porción de este risotto  por  $11.000 o la porción completa que vale $16.000.  Lo ideal para cuatro mujeres,  habría sido dos porciones completas.  




Tres de  cuatro  coincidimos en que el arroz estaba crudo, para Paula Vélez estaba al dente, pero la verdad es cuando lo vi servido en el plato, vi ese color blanco resplandeciente que tienen los granos de arroz cuando aún no están a punto. El sabor no tenía discusión, buena consistencia del queso y buen tamaño  y gusto de los langostinos, pero la dureza del grano no me dejó dissfrutar por completo de este risotto. El risotto perfecto tiene el grano blando por fuera y duro por dentro, pero este era a medio camino, muy duro por fuera. Creo que le faltó un poco de cocción, o para el cocinero ese era el concepto de al dente. Al final comimos lo que más pudimos y crudo o al dente, lo importante era que estábamos de festejo por mi nuevo empleo.  


La cuenta total fue de  $82.500 por cuatro gaseosas, una entrada de patatas bravas y  cuatro porciones de risotto, (aunque en la factura aparecía que cada porción valía $16.000, o sea   que multiplicado por cuatro sumaría $64.000, en el total el risotto costó $68.000. Supongo que error de recibo hecho a mano). La cuenta no incluía la propina.  Creo que con esa cantidad de arroz habría sido suficiente para seis personas. Con $15.000  puedes compartir una entrada, tomar una gaseosa y comer un plato de risotto.

Yo volvería al Mesón  Mediterráneo, a repetir las patatas bravas y a probar alguna lasagna, pero  estos lugares donde el dueño cocina y atiende no es para todo tipo de foodies porque hay que  tener paciencia para soportar una cuenta mal sumada, que no esté el plato del que estás antojado o que la comida no esté a punto. Esta experiencia yo la comparo con ir a comer donde un tío/tía  que cocina como los dioses, que cuando está de buen genio te invita a probar un plato poco común en tu dieta y en vez de pagarle, le llevas el paquete de cigarrillos que la familia se niega a patrocinarle, o esa botella de vino que él/ella valoraría como nadie más. ¿ Ustedes se animan a comer en lugares así?

Dirección : Calle 42 No.70-37
Teléfono:413 4678
Precio: Económico. Entre $15.000 y $20.000 por persona

Comida calificación: 7 puntos 
Ambiente: 7 puntos
Atención: 9 puntos
Dato a tener en cuenta: Sólo recibe efectivo. Está peleado con el sistema de datáfono en Colombia porqué cobra $500.000 para instalarlo, mientras, según él, en España te persiguen para regalartelo


2 de agosto de 2012

Me Late Chocolate: comer hasta hastiarse del mismo sabor

Los domingos, después de las cuatro de la tarde, es la hora más productiva de toda mi semana, así que empaco el computador, saco el carro y busco un lugar para pasarme la tarde escribiendo. Un lugar donde haya wifi, comida,  y que no cierren antes de las nueve de la noche.  En Laureles espantan, lo único que está abierto es Mac Donalds, Carulla y Hamburguesas del Corral. Como no me gusta escribir oliendo a hamburguesa, casi siempre termino en la mini terraza que tiene Carulla, solo que el domingo pasado quería variar mi paisaje de supermercado, entonces  salí de mi radio de comodidad y me fui a  Me Late Chocolate,  en la  carrera 34 # 7-100, barrio Provenza, al frente de Pastas con Amor.  Había  pasado un par de veces y me  parecía un lugar divino para pasar la tarde a pesar de que no soy una aficionada al chocolate.

Salón de Me Late Chocolate. Foto página  oficial Facebook


Fui con Caro Acosta, porque juntas estamos trabajando en I Love Tarta, y teníamos que revisar temas de nuestro negocio. Busqué en la carta algo salado, sabía que iba a ser complicado por la temática dulce del local, pero encontré cinco opciones: Quiche lorraine, pastel caprese, palito de queso,  pastel de espinacas, queso y nueces y pastel de jamón y queso. Por supuesto escogí la quiche, pero con tan mala suerte, que la mesa que pidió antes, se quedó con la última quiche que había, así que pedí un pastel caprese. Caro pidió Negras Intenciones, una torta  de chocolate con centro de arequipe, cubierto con ganache de chocolate semi amargo, acompañado de un par de fresas y chocolate liquido, o sea, una bomba exquisita de  puro chocolate.


Negras intenciones $7.500. Les puse la foto de Facebook porque la mía quedo muy oscura

El pastel caprese tenía la masa hojaldrada más delicada y crocante que probé en la vida, y aunque el relleno era muy poco, a mí me tenía loca la masa. Eso si, me pareció caro por $6.000 porque tenía la mínima expresión de  queso, tomate y albahaca y el tamaño era más bien chico.  En cuanto a bebidas, la carta es amplia con blends de chocolate negro y blanco, también tiene buenas propuestas de café. Nosotras dos pedimos  coca cola, - bebida que merece una defensa porque viene siendo bastardiada en muchos restaurantes como ya lo comentaron algunos seguidores en la entrada de  Opera Pizza - . En Me Late Chocolate nos sirvieron esa botellita no retornable de vidrio que tiene pura apariencia anoréxica  y,  que  en esta ocasión, estaba medio caliente.  Ni un vaso aparte  nos llevaron, y no da que en un lugar tan agradable, tengas que tomarte una gaseosa desde la botella.  Así que como necesitábamos hielo, aprovechamos para tomarla en vaso.

Pastel Caprese. Foto tomada con el choto blackberry que tengo


Después del pastel pedí un palito de queso y me volvío a sorprender felizmente  la masa. El precio estaba más razonable que el del pastel caprese, pues  el palito de queso cuesta $3.000. Carolina parecía encartada con sus Negras Intenciones, así que le ayudé un poco, según ella, al plato le sobra la vasijita de chocolate liquido que viene para bañar las fresas, porque se hace muy pesado tanto chocolate.


Me Late Chocolate es sobrio en decoración, inspirado en la elegancia que da el chocolate. Las mesas y las sillas son muy cómodas, la música, se pasa de buena, nada estridente, pero tampoco rock ochentero o melancólico, más bien  onda Adele.  Como lugar para ir a leer, trabajar en el computador o reunirse con amigos y en pareja, es perfecto.  Aunque es  un espacio re femenino, van muchos hombres, obvio que no en grupo, sino acompañados, o mejor, arrastrados  por novias que como yo, se enamoran de estos lugares tan lindos.


Mostrador. Foto página oficial en Facebook

Encontré en Me Late Chocolate lo que fui a buscar, un espacio tranquilo y lindo donde poder trabajar los domingos en la tarde, mi dilema ahora es ¿vuelvo o no? Pues no soy muy amante  del chocolate, y este es el reino de este sabor, además soy amante del café, y tuve una mala experiencia en Me Late Chocolate,  pedimos dos simples tintos  que resultaron sabiendo a puro café instantáneo y  encima clarito, algo que a mí me produce fastidio, así que ni lo terminé.  No sé como serán el resto de las bebidas a base de café, pero si te rajas en un tinto, dudo que podás sorprender con algo más elaborado.

Simplemente amor: chocolate y cereza. Cada una vale  $1.200. Foto página oficial en Facebook

Caja de chocolates x 4 $7.000. Foto página oficial en Facebook

Nuestra cuenta por una porción de torta de chocolate, un pastel caprese, un palito de queso, dos coca colas y dos tintos, fue de $ 26.721, con la propina incluida.   Si son apasionados por el chocolate y sobre todo el chocolate fino, este es su lugar. Si son de los que enamoran regalando chocolates, también este es su lugar porque venden cajas con chocolates que son muy enamoradoras,  y si lo único que buscan es que una mujer se derrita por ustedes, invítenla a Me Late Chocolate el fin de semana en la tarde, y ellas quedarán alucinadas del buen gusto y la sensibilidad de ustedes para entender que les gusta.  Hombres, confíen en mí.