Está fuera del circuito
gastronómico de moda, ni siquiera está sobre la avenida comercial que tiene a
pocos pasos y el aviso está patrocinado por una marca de gaseosas, pero así,
con ese bajo perfil se mantiene a tope de clientes. Se trata de Ópera Pizza que está en una de las circulares de la carrera 70. Su buena fama se la debe a la rica
masa delgada, hecha en un gigante horno, y que es receta de unos italianos, dueños de la pizzería.
Desde que arranque con este blog,
hace menos de dos meses, perdí la autonomía para decidir a donde ir a comer, pues
mis amigos me dicen: -Tenés que conocer
tal lugar- , y yo me dejo llevar. Es así como el sábado, María – la enemiga de
la cebolla, el ajo y el tomate- escogió para una salida de amigas, ir a Ópera. Nos sentamos en el segundo piso, en una mesa, que por la ubicación, te cambia la vida, es la única que da a un balcón desde donde ves la legendaria carrera 70.
Las cuatro amigas, coincidimos, en que era como estar en un restaurante
de la parte vieja del Rodadero, en Santa Marta, - el clima y la temperatura del
horno de barro ayudaban a sentirse en la costa colombiana, además, la
arquitectura del barrio también, edificios de hoteles de no más de cinco pisos, una que otra palmera,
y garajes acondicionados como restaurantes.
De fondo, faltaba el vallenato, pero sonaba José Luis Perales en el bar
del frente, que parece dotar de música a toda la cuadra.
Horno de leña Opera Pizza. Foto página Facebook |
Pedimos una entrada caprese que viene acompañada de pan integral tostado. Para que algo se llame caprese es obligatorio que tenga albahaca, pero esta no tenía y su remplazo fue el orégano. Tal vez se les había agotado, porque en la carta estaba especificado que venía con albahaca, y quizá en la cocina pensaron que no íbamos a prestar atención a ese detalle, pero me pasa justo a mí, que soy una embajadora del caprese y hasta soy didáctica para explicar de que se trata, pues pongo el siguiente ejemplo: tiene los colores de Italia, verde albahaca, blanco mozzarella y rojo tomate. A pesar de que le faltó el sabor predominante, la entrada caprese estaba muy rica, y es perfecta para compartir entre cuatro. Cuesta $6.000
Entrada Caprese, cuatro porciones. Foto Ana Lía Baena |
La carta tiene entradas, platos
de pastas y 26 combinaciones de pizza, estas últimas
en un solo tamaño, de 6 porciones.
Nosotras pedimos tres pizzas, pero con dos habría sido suficiente. Escogimos la que se llama Ópera y que trae
salami, aceitunas, alcaparras, champiñones y tocineta. Vale $18.000.
Pizza Opera. La especial de la casa. Foto Ana Lía Baena |
También pedimos la pizza julio
con jamón, salami y maíz tierno que vale
$18.000. Yo propuse que para combatir tanto embutido pidiéramos una
vegetariana, no me hicieron muy buena cara pero aceptaron, está tenía berenjena,
pimentón rojo y champiñones y costó $16.000. De tomar, pedimos
cerveza michelada. Caro pidió que les dijera a ustedes que no le gusta que le michelen el
vaso con limón amarillo, porque no sabe igual. Y si, es menos citrico pero tampoco es la muerte.
Yo modelando la pizza vegetariana, al lado la pizza Julio. Foto Ana Lía Baena |
Dentro de los condimientos que
había en la mesa nos encontramos con una cosa maravillosa, que nos
contó el mesero que es aceite de oliva, con hierbas y ají. Es picante, pero
solo se siente después de un rato y no es tan fuerte como para opacar los demás sabores de la pizza, así que súper recomendado
echarle un chorrito minino de este aceite, no van a necesitar ni la
pimienta, ni el orégano, ni ningún otro condimento.
Aceite de oliva y aceite de oliva con hierbas y ají. Foto Ana Lía Baena |
La atención en Ópera es rápida,
como nos hicimos en el segundo piso, y no había más mesas ocupadas, un mesero se quedó todo el tiempo ahí
paradito, atento a lo que necesitáramos. Dato aparte: no se excedan con las cervezas
porque la bajada de esas escalas, es como descender por una escalera de bomberos.
La fachada de Opera, para que si van, la encuentren fácil. Foto tomada de la web |
La cuenta fue de $78.000, y
ellos no incluyen la propina, ni siquiera la sugieren como en la mayoría de los
restaurantes en Medellín. En Ópera te
dan una comanda, es un papelito bien de tienda, y vos tenés que ir a la caja a
pagar. Debe ser un sistema desconfía meseros, supongo. Cada una de nosotras pagó por esta comida $21.000, contando la propina muy voluntaria y de muy buena gana por la excelente atención.
Cuando salimos, vi que al frente había un restaurante, también con letrero patrocinado por marca de gaseosa, y que anunciaba
comida española e italiana. Pasamos para chismosiar y el dueño, que nos dijo que era español de la Rioja, es quien cocina y atiende. Miramos la carta y me antojé de pulpo a la gallega y de algunos
risottos. Agarré una tarjetica y me lo agendé como salida para el próximo fin de semana. Estoy emocionada por ir, es que me gustan mucho los restaurantes de garaje, atendidos por el dueño, que a la vez es el cocinero. Casi siempre te encontrás con muy buenas sorpresas en sabores y servicio. Ustedes se pueden adelantar, ya saben, en la calle 42 con la carrera 70 encuentran, uno frente al otro, a un italiano y su pizzería y a un español y su
restaurante.
Creo que volveré y me compraré una de mas para llevar.
ResponderEliminarSi, está perfecta para un domingo en shorcitos en la casa; no??? Como le habrá ido a nuestra amiga que se llevó una porción de vegetariana? la recalentó después de la borrachera con el margarita de mango biche?.
EliminarEn realidad no es español, pero su historia son muy recomendadas. Ya nos contarás... Excelente la reseña de Ópera.
ResponderEliminarMmmm, pasé con una amiga, que tiene menos afinado el tema de los acentos, había una mesa con chilenos, y ella decía que eran argentinos. Cachaíii? y el dueño nos habló, y ella dijo: es argentino, yo le dije que NO. así que le preguntamos y dijo: Español, de la Rioja. MMMM, empezamos mal, con extranjero trucho?. jajajaja. Ya te contaré como me va con el pulpo a la gallega que me pienso comer de entrada. Gracias por leerme.
EliminarQue bien que si te animaste a ir a Opera, los mejores recuerdos me trae, me gusta mucho el aceite de oliva picante en lo mejor imaginate como me pongo yo, sobre todo porque la pizza que mas me gusta es la de anchoas, es súper acompañada de una cerveza bien helada, sólo escribiendo estas palabras ya estoy sudando.
ResponderEliminarAbrazos.
Por fin, pude ir, tu recomendación estuvo genial. Amo esos lugares así, cero pretenciosos que te descrestan con la comida. Te deberias apuntar este finde para ir al del frente, de comida italiana y española. Besos
EliminarA mi con la pizza me fue bien en ópera, con el servicio no. Cometieron el pecado grave de no tener cocacola light y terminé yo misma desplazándome hasta el bar de los 60s, el mismo que provee la música para toda la cuadra, a comprarla. A ningún mesero se le ocurrió ese detalle, todos se quedaron parados observado mi retirada. Y cuando llegué feliz con mi bebida upsssss no había hielo. Más grave que no tener cocacola es no tener hielo. Me quedó un sinsabor...
ResponderEliminarMe encantan tus historias. Sara, mi reina, no podés pedir una coca cola en un sitio donde el aviso lo patrocina Postobón. Los meseros, seguro, están entrenados para no desobedecer y no cargar con la verguenza de llevar en sus manos una coca cola comprada en otro lugar. Pero al frente, el restaurante del supuesto español, está patrocinado por Coca Cola, ese puede ser un lugar en el mundo para nosotras dos. Ya lo dije una vez: Nadie sabe lo que siento cuando me dicen : Solo manejamos productos Postobón. Siento morir despacio. Lo del hielo, no tiene perdón de Dios, será que el horno les derrite todo?. Besos
EliminarQue conste que, resignada y sumisa, acepté la Pepsi Light... no soy tan jodona, cuando toca toca, pero es que no manejaban ningún producto light. Ni siquiera Postobón. Sigo con el sinsabor.
EliminarTe entiendo Sara, hay cosas de las que no te recuperas, y eso de no encontrar la coca cola o nada ligth, es una de esas. En eso, yo te acompaño.
EliminarAllá voy desde hace mucho tiempo con Romeo, catador por excelencia de pizza, para él, la de ópera, es la mejor del mundo, le dice la pizza del fuego (pues ve como es metida en el horno de piedra a la candela pura... jaja) y que además es la más rápida de todas. Para mi es campeona!
ResponderEliminarRomeo, Romeo, nunca te equivocas. Junto a él, podemos hacer una serie de post en el blog que se llame, el minicatador de restaurantes.
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