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4 de julio de 2012

Panchips: Elegir al antagonista


Me habían invitado a probar la pista de  Segway en el Centro Comercial Santa Fe, así que yo invité a Carolina.  Ninguna de las dos teníamos ni idea de que se trataba y como era viernes, llegamos de tacón y todo, cuando vimos  la pista, que queda en el centro de la plazoleta principal,  llena de esos aparatos medio patineta, medio moto que  usan los vigilantes en algunos centros comerciales, le dije a Caro: "Esto es muy miedoso". Ella me miró con cara de sorpresa: : "¿Miedoso?".  - "Si Caro, le tengo bastante miedo a estar en tacones arriba de esa cosa y además que me esté viendo gente  asomada desde los cuatro pisos" . Era el peor de los miedos, el miedo al ridículo. Así que nuestra tarde de adrenalina fue remplazada por un paseo  en tacones viendo vitrinas.


Los que conocen el Centro Comercial Santa Fe saben que el aroma de Cinnabon Rolls es imposible de ignorar, vas como las caricaturas siguiendo un rastro de olor a canela y cuando recuperas la consciencia ya hiciste una larga fila, pagaste y estas sentado comiendo entre la culpa y la incapacidad de frenar. Ibamos directo hacia Cinnabon Rolls y como había una fila tan larga, Carolina sugirió que probaramos en el local de al lado. Los lugares más populares, tienen su antagonista que abre  justo al lado para ganar clientes por efecto rebote. Entramos a Panchips,  el vecino de Cinnabon, que también ofrece rolls de canela, y su dueño, un venezolano, es el que atiende.
Tomar el algo en Panchips. Foto, yo
Panchips usa  para atraer clientes los rolls de canela pero su principal producto son  los  bocaditos de pan que vienen por combos, nosotras pedimos el combo de 12 bocaditos que vale $6.500 y  pueden  escoger los sabores a su gusto. Caro y yo escogimos de brownie, maracuyá, corazoncitos de canela, mango  y zanahoria.  Nos gustaron mucho los de maracuyá y zanahoria, el de mango no tenía muy definido el sabor, era más bien simple. 

Combo de bocaditos de pan. Foto yo

Estar tan cerca de Cinnabon nos estaba quemando la cabeza,  entonces pedimos en Panchips  un rolls de canela para compartir,  Carolina que parece ser una experta en este tipo de productos dijo que al menos el sabor no era tan artificial como el de la competencia. Le pregunté al dueño de que estaba hecho el rolls y nos contó  que tenía anís estrellado, queso salado fundido adentro y queso crema por fuera.  No soy una fanática  de los rolls de canela, sobre todo porque siempre tienen una presentación grotesca, al de Panchips le quitaría el queso crema por imagen y  porque soy bien complicada con el excesivo sabor a lácteo en la comida, este rolls, que se llama engolfado, era suave, no tenía exceso de canela y el queso fundido era como un paréntesis entre tanto dulce, pero insisto no me gustó el queso crema.

Engolfado, roll de canela. Foto, yo
Al rato se sumo Juliana, otra amiga, y el combo de 12 bocaditos y el roll engolfado fueron suficientes para las tres, además pedimos dos cafés, agua con gas y Juliana pidió un jugo de botella, y la cuenta fueron $21.000. Muy económico para tomar el algo tres personas. Los combos de bocaditos me parecieron perfectos para cuando invitas amigos o familia a la casa, porque  aparte del de 12 bocados que pedimos nosotras hay de 24 por $13.000 y 48 por 26.000.

Fuimos a Santa Fe a hacer un poco de movimiento fisico arriba de esos segway y terminamos, como termina todo, sentadas y comiendo calorías que en tacones no vamos nunca a quemar.



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