Hay un precio que uno paga cuando un lugar es apetecido por
todos, ese precio no es en pesos, es en paciencia y tolerancia. A
veces da miedo regresar a lugares donde todo es tan bueno, porque el
rumor correrá tan rápido que cuando vuelvas, ese lugar se estará adaptándo al
caos que generó su popularidad. Con Chef Burger pasó
lo que me temía.
El martes había quedado con tres amigas de ir a comer algo
rápido antes de irnos a un bar de la calle 9 cerca del Parque del Poblado, bar que mañana sábado cierra para siempre porque se lo lleva el ensanche, construirán una calle y la sede de Acción Impro y de este bar serán un recuerdo.
Volviendo al tema de la comida, llegué
con Carolina a Chef Burger y Paula V y Ana estaban sentadas en el lugar que hasta hace
poco era el espacio donde la gente esperaba por una mesa libre, habían puesto dos mesitas de lo más incómodas,
incluso mi silla bailaba como mecedora, ya con eso me indispuse, porque una de
las cosas increíbles de este lugar, aparte de las hamburguesas, es que está al
lado de una quebrada en una callecita cerrada, detrás de Carulla de la Avenida del Poblado, en la calle 11A, donde escuchas el paso del agua por entre una vegetación
verde relajante, y ahí estábamos nosotras al lado de la vegetación de dos
camionetas blancas.
Este es el salón de Chef Burger en la calle 11A detrás de Carulla. Foto página Facebook |
Solucioné el tema de la silla coja agarrando un puf rojo que vi por ahí a la mano. Mis amigas me habían pedido una hamburguesa mexicana que trae 150 gramos de carne de res, guacamole, queso cheddar, cebolla frita y jalapeños, además en unas copitas viene una porción de chili con carne y otra de pico de gallo. Todas las hamburguesas vienen con una guarnición para elegir, papas a la francesa, papas rústicas o ensalada, pero parece que las preferidas son las papas rústicas que vienen en un recipiente en forma de cilindro forrado por un papel con impresión de periódico. La carne de la hamburguesa, te aclaran en la carta, se sirve a termino medio pero si la quieres más asada, tienes que advertir. Como mis amigas hicieron mi pedido mientras yo iba en camino, no alcancé a decirles que la quería más asada pero es tan rica esta carne que viene perfectamente sellada por fuera y adentro es muy suave, si no la mirás no te das cuenta que está tan cruda.
Ana pidió un choripan que cuesta $9.900,
pero lo compartió con Carolina porque era mucho para ella y Paula V pidió la
hamburguesa clásica con queso que cuesta $11.500. En Chef Burger como en pocos lugares en Medellín se puede
hacer refill de las gaseosas. Algo que le vendría bien a los resturantes de hot
wings las alas están sobrevaloradas
En Chef Burger todas las mesas tienen salsa de tomate, salsa para carne y
una mostaza que esta riquísima, la probás y sentís que es demasiado amarga pero
al segundo siguiente el sabor cambia y se vuelve más dulce. Está perfecta como aderezo
para las papas. Además la carta tiene una propuesta de hamburguesa para vegetarianos, se llama veggie y trae un champiñon portobello a la parrilla, berenjenas y tomates asados.
Salsas adicionales Chef Burger. Foto Paula Vélez |
Cuando desocuparon una mesa le pedí a la mesera que nos dejara
cambiar. Era una mesa más larga, con iluminación y tenía dos bancas tapizada donde entran incómodas tres personas a cada
lado, y comodos dos de cada lado, nosotras eramos cuatro pero la mesera nos
respondió:" Es que me regañan porque es una mesa para grupos más grandes". Pero si no
hay nadia esperando le dije, se rió y se fue. Al rato entraron tres chicos y los acomodó en
la mesa para seis, cuando le pregunté porque a ellos si los dejó, me
contestó que ellos esperaban a más gente. Me reí, porque yo soy mujer y a
cuatro tipas les decís que no, pero a tres hombres no te atrevés. Los tipos
recién llegados comieron y se fueron, nunca llegó a esa mesa nadie más y la
mesera al verse descubierta nos dijo: "Tarde, pero les conseguí una mesa". Ya
nos habíamos muerto de frío donde estábamos y perdido la movilidad de la zona
lumbar. Más allá de la anécdota , por el
bien del restaurante, con buena onda se los digo: a ningún cliente le gusta que
le digan que no puede usar una mesa por las razones que sean, inventen algo,
que está reservada, que alguien murió ahí y están honrando su
memoria, pero por favor, no le digan nunca a un cliente que no se puede sentar
en X mesa sobre todo si lo tienen en una mesa que se nota que es de emergencia. Es
muy humillante. Las meseras de Chef Burger
son todas mas buenas que la perra Lassie pero tanta verdad no es buena. Hay que
tener tacto.
Nuestra mesa, aislada de todo. Foto Paula Vélez |
Así que muertas de frío e incómodas decidimos hacer corta la
experiencia en uno de mis lugares favoritos de hamburguesas. Me hubiera
encantado pedir el postre milonga flor de Jamaica o tomarnos una cerveza, pero
preferimos pedir la cuenta que por dos hamburguesas, un choripan y cuatro
gaseosas fueron $46.100 con la propina incluida. Volveré a Chef Burger porque me encanta
la comida y la atención, pero si voy a tener que hacer cálculos de que día y a
que hora es conveniente ir para que te toque una mesa en el salón y poder comer feliz semejante hamburguesa