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26 de junio de 2012

Crispino: Comiendo como adulto contemporáneo


Sabés que entraste en la categoría de adulto contemporáneo  cuando con tus amigos desechas un sábado a la noche, una cantidad de lugares para comer y te vas  directo a Crispino Pizza y Pasta. Este restaurante queda en una esquina de la carrera 70 con Circular Primera frente de la UPB ( Barrio Laureles).  Crispino no tiene un aviso afuera que te indique que es un restaurante y las mesas exteriores están camufladas por unas enredaderas que llevan más de 15 años echando raíces.   Pueden pasar los años y el local es el mismo, como una casa de algún pueblito italiano indiferente al paso del tiempo. Los  manteles son beige y naranja con un caladito de cuadros como si hubieran sido puestos allí por una abuela, pero lo mejor de esta escenografía son los meseros,  esos meseros de profesión que llevan corbata negra sobre la camisa blanca.    Este sábado no estaba Salvatore Crispino, el dueño,  un italiano conversador que va de mesa en mesa saludando. Yo había sugerido que pidiéramos de entrada carpaccio   pero  a una de mis amigas no le gusta,  así que cambiamos por el jamón serrano que viene acompañado de zucchini  y berenjenas al escabeche y de una porción de pan artesanal hecho por el dueño, del que uno podría comer sin parar.  


Entrada de Jamón Serrano $16.000




Berenjenas y Zucchinis en escabeche que acompañan la entrada de jamón serrano

Pan hecho por Crispino, caliente y con mantequilla es perfecto


Carolina  y María pidieron  pizza de tamaño personal,  María pidió una mixta que traía tocineta , champiñones y queso, y Carolina una hawaiana. Las pizzas son bastante grandes, de hecho ninguna la terminó, perfectamente se puede compartir entre dos. María dijo que estaba muy buena pero que se acuerda que antes le sabía mejor, creo que le pudo la nostalgia, ese lugar de la memoria donde todo siempre fue mejor.

Pizza personal mixta $ 14.800

Yo pedí media porción de lasagna mixta de carne y pollo y Mauricio, un amigo que llegó más tarde, se pidió solo una entrada de jamón serrano como la que habíamos comido antes.  Con la cantidad de platos que tiene  la carta y yo siempre pido la misma lasagna, es que me gusta  porque   la pasta es tan suave que  se funde con el pollo, la carne y el queso, Así que no soy capaz de ir a Crispino y no comer lasagna aunque me tienta mucho pedir los ravioles de cangrejo.  La media porción  de lasagna cuesta $14.600  y la lasagna entera, que supongo debe ser para alguien con demasiado apetito, vale $19.500

Media porción de lasagna mixta

El lugar, que cuando llegamos estaba medio vacío, se lleno por completo, en la mayoría de las mesas había familias y clientes con cara de fieles seguidores de Crispino.  Cuando pedimos la cuenta, nos gustó que incluyeran las dos horas de  parquímetro, hay una persona del restaurante que se encarga de pagar el tiquete según el tiempo que estés y luego te lo incluyen en la cuenta. El total de la cuenta fueron $115.500 con propina incluida,  un promedio de $29.000 por cada uno. Crispino Pizza y Pasta es un clásico de la ciudad, si les gusta la comida italiana, se los recomiendo, eso sí, si lo que quieren  de este tipo de restaurantes es  que sea fashion y ver gente para saludar, no es el sitio, porque seguro que entre tanta plantas enredaderas y lo tranquilo de la zona, lo más seguro es que nadie se de cuenta que saliste a comer y pierdas un poco de popularidad. 

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