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28 de abril de 2015

IL Castello: meseros de profesión





Que lindo es entrar a un restaurante con manteles a cuadros y donde te recibe un mesero de profesión.  Nada del estudiante que meserea el fin de semana con toda la buena onda pero también con toda la inexperiencia gastronómica.  Un ambiente de restaurante de verdad, eso es lo que uno siente cuando entra a Il Castello, el restó de comida italiana que hace un tiempo está de moda en Medellín y se sostiene arriba de sus expectativas. 

27 de abril de 2015

Olivia: era cuestión de esperar



 

La primera vez que estuve en Olivia fue un desastre que revivo con un testimonio que 

dejé en la versión anterior de Manteles a Cuadros: "No sé cómo describirles esto, no soy 

propiamente Julio Cortázar, pero el ruido era de parador de carretera, como cuando 

entran cuatro buses de Rápido Ochoa, con gente hambrienta que tiene media hora para 

comer y orinar". Entonces prometí volver cuando ya tuvieran la experiencia en la atención 

a clientes y no se les quemara la entrada de provolone, alcachofas y berenjena.



26 de abril de 2015

Bonhomía: para la previa


El ambiente le gana al paladar, pasa con muchos lugares, y esto es Bonhomía. Cuando le mostré a una amiga que no vive en Medellín, las fotos del lugar a donde iríamos, me dijo: Eso no es acá. Y es que la terraza ( el fuerte de Bonhomía) parece enclavada en el atrio de una iglesia española.

Era sábado, 8 de la noche y el sitio estaba a full. Bonhomía es una salumería, forma italiana de nombrar una salchichonería. O sea donde se venden productos salados para su conservación: embutidos.

Le Coq: por la reivindicación del pollo



Fuí a Le Coq días antes de la inauguración oficial en junio de 2012.  Me acuerdo que me encantó su propuesta de tener una carta centrada en tres grandes alimentos: el maíz, la papa y el pollo. Tres años después he vuelto unas cuantas veces y hasta he pedido a domicilio. El sabor y el tamaño de las porciones siguen siendo los mismos, ha variado el precio, obviamente. Hay quienes menosprecian al pollo asado y lo reducen al domicilio de desvare del domingo. Yo les digo que prueben ir a un lugar lindo como Le Coq, pedirse una buena entrada, "calzarse" los guantes y comer pollo con la mano.